La pista que desde Biel remonta el río Arba en dirección al refugio de los Estrechos y las antiguas minas de cobre, se trazó sobre el camino de herradura que daba servicio a las minas de cobre, ubicadas un poco más aguas arriba y explotadas de forma moderna desde 1846.
Aunque el cobre nativo aparece en distintos puntos de la geografía aragonesa, solo ha sido explotado, en diversas ocasiones, en los siglos XIX y XX, en las minas de Biel, situadas al noreste dela localidad. A las afueras del pueblo, todavía se pueden ver los lavaderos del mineral.
Desde Biel hasta el refugio de los estrechos, seguiremos una senda y una pista forestal sin ninguna dificultad. Desde el refugio hasta Biel se puede volver por la Colladica Iruela, mediante una senda algo empinada y que requiere forma física y calzado adecuado.
El itinerario bordea el casco urbano con su promontorio coronado por el monumental conjunto que forman la iglesia parroquial de San Martín y el castillo. El punto de comienzo se sitúa en la plaza Nueva de Biel, inmediata al cauce del Arba de Biel.
Siguiendo las balizas indicadoras, se cruza el Arba y, en la otra orilla, el camino se interna entre los huertos de la localidad. Varios hitos relacionados con la arquitectura del agua jalonan el camino:
El Molino, el Lavadero, la antigua Fuente de los Caños y la mota de Sidoro, alberca que almacena el agua para riego (0,8km.; 15min.).
Tras superar una serie de choperas, el valle del Arba se estrecha y aparece el sendero, convenientemente indicado a la derecha, que abandona la pista forestal (un poco más adelante se podría alcanzar el refugio de los Estrechos y unas bonitas pozas para el baño).
La senda cruza el río sobre las piedras e inicia una empinada subida junto a un barranco. La sombra de pinos, y luego carrascas, acompaña la ruta hasta converger en una pista forestal, inmediata a la Colladica Iruela, con buenas vistas a la Sierra de Santo Domingo (935m.; 4,8km.; 1h. 5min.).
La pista, tras atravesar la Colladica, se abandona de inmediato a la derecha. Una senda pedregosa, desciende por la Fuente de los Asnos hasta Biel, utilizada por los habitantes de Biel para ir a trabajar a los campos situados detrás del Cerro, desciende por un barranco hacia la llamativa Peña Esplonga, rodeada de pinares.
Un desvío señalizado ofrece diferentes alternativas senderistas en torno a la mencionada peña.
Más abajo se pasa junto a la fuente de los Asnos (815m.; 5,7km., 1h. 45min.), antaño estratégica parada de las caballerías, y muy cerca ya de Biel, por los depósitos de agua de la localidad. Se entra en el casco urbano por el barrio de la Judería. La calle Mayor conduce sin pérdida hasta el lugar de inicio (6,7km.; 2h. 5min.).
